A partir de principios de la semana que viene, los viajeros canadienses e internacionales que se dirijan a Estados Unidos por vía aérea deberán someterse a la prueba del COVID-19 como máximo 24 horas antes de la hora de salida prevista.
El plazo actual para vacunarse correctamente es de 72 horas, pero el presidente Joe Biden lo está reduciendo para frenar la propagación de la variante Omicron.
Hasta el miércoles, la administración estadounidense aún no había anunciado sus intenciones para los viajeros que entren en Estados Unidos por los pasos fronterizos terrestres que llevan menos de un mes admitiendo a extranjeros vacunados procedentes de Canadá y México para viajes no esenciales.
Canadá exige que todos los viajeros aéreos sean examinados a su llegada a un aeropuerto canadiense, estén o no vacunados contra el COVID-19, y que se aíslen hasta que el resultado sea negativo. Sin embargo, esto no se aplica a los viajeros procedentes de Estados Unidos.
El gobierno canadiense aún no ha decidido si se mantendrá esta exención para los viajeros estadounidenses. El Ministro de Sanidad, Jean-Yves Duclos, tiene previsto consultar a las provincias y territorios sobre la cuestión, pero su colega de Transportes, Omar Alghabra, no quiso decir el miércoles si la decisión era inminente.