El primer día de colegio es difícil, el invierno ha llegado y el estrés postcovídico se ha instalado. Es probable que haya experimentado un episodio de fatiga aguda en las últimas semanas. Pero, ¿de dónde viene esta sensación de fatiga generalizada? «Desde el final de la crisis sanitaria, volvemos a ir como locos, actuamos como si no hubiera pasado nada. Todo el mundo está en vilo», explica Leonard Anthony. El autor de ¡Adiós a la fatiga! habló con Europe 1 sobre tres consejos para deshacerse de la fatiga.
Centrarse en la vida real
Ante todo, Leonard Anthony aboga por centrarse en la vida real. «Con la pandemia, todos tuvimos una explosión de lo digital en nuestras vidas. Ha tenido un efecto positivo. Nos permitió mantener una conexión. Pero también generó mucho cansancio. Llevar máscaras todo el día es agotador. La expresión facial se ha convertido en una forma de avatar, es decir, un ser humano sin cuerpo. El ser humano es un pensamiento, pero también es fisiológico. La pandemia ha demostrado algo más: que necesitamos el contacto humano», afirma.
Deja caer tu teléfono móvil
La pandemia también ha potenciado nuestra adicción a los teléfonos móviles y a las redes sociales. También en este caso hay que reducir el tiempo de exposición para preservar la cordura. «Lo primero es entender que los millones de líneas de código que hay en estas aplicaciones están diseñadas para crear adicción. Y funciona muy bien. La solución más sencilla es aprender a dejar descansar el teléfono», explica Leonard Anthony, que señala que consultamos nuestro teléfono una media de diez veces por hora. Un azote para nuestra concentración. «Cuando sea de noche, invierte en un buen despertador de los de antes. Durante el día, desconecta todas las notificaciones. Elige un único canal de comunicación».
Disfrutar de los momentos de «subida»
Leonard Anthony utiliza el ejemplo del juego de la mecedora al que juegan los niños. «Recuerdas el efecto de golpeo cuando te caes. Te concentras mucho en ese momento cuando estás en él y piensas ‘ay, esto va a doler’. Pero si anticipa la subida de la misma manera, será más agradable. Y te hará estar menos cansado.