Las fuerzas bielorrusas siguen empujando a los migrantes hacia Polonia y la Unión Europea busca su respuesta. Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE se reúnen el lunes en Bruselas. Deben llegar a un acuerdo sobre las sanciones, alegando que Bielorrusia ha orquestado las tensiones en respuesta a una anterior oleada de sanciones puestas en marcha tras la represión de la oposición en ese país.
Alexander Lukashenko y 166 bielorrusos en el punto de mira
La UE ha «modificado su régimen de sanciones para poder responder a la instrumentalización de seres humanos por parte del régimen bielorruso», según una declaración emitida el lunes en una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la UE en Bruselas. «Reforzaremos aún más las sanciones», dijo el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas.
Las compañías aéreas, las agencias de viajes, los hoteles y, por supuesto, el régimen bielorruso están en el punto de mira de los europeos. Las sanciones de la UE contra funcionarios del régimen bielorruso afectan actualmente a 166 personas, incluido el Presidente Alexander Lukashenko. Consisten en la congelación de activos y la prohibición de entrada en la UE. El objetivo es presionar al régimen bielorruso para que detenga el flujo de hombres y mujeres que llegan a Bielorrusia creyendo que han conseguido el paso a Europa.
Las sanciones ya están dando sus frutos
El simple hecho de agitar la amenaza de las sanciones ya ha tenido algún efecto. Por ejemplo, Turquía anunció el viernes que ahora prohíbe a los ciudadanos iraquíes, sirios y yemeníes comprar billetes a Minsk en sus aeropuertos. La empresa siria Cham Wings, que solía fletar aviones desde Damasco, también se ha echado atrás. Este fin de semana anunció la suspensión inmediata de todos los vuelos.
Este es el resultado de una ofensiva diplomática total. Capitales como París y Berlín están llamando por teléfono. La Comisión Europea ha enviado un emisario a los Emiratos y al Líbano, que estará en Bagdad mañana. Europa presiona: «Este es el momento en que cuenta con sus amigos», resume Bruselas.