Una reunión diplomática crucial. Emmanuel Macron viajará el lunes a Bamako (Malí) para reunirse con el presidente de transición de Malí, el coronel Assimi Goïta. Esta visita se produce en un momento en que las relaciones entre París y Bamako se han tensado en los últimos meses. Francia ha advertido que el despliegue de mercenarios rusos en el Sahel sería «inaceptable» tras el redespliegue de la fuerza Barkhane, que abandonó Tombuctú el martes después de nueve años.
¿El fin de la operación Barkhane pronto?
El Presidente de la República y el jefe de la junta discutirán la cuestión de la presencia militar francesa en Malí. ¿Conseguirán llegar a un acuerdo sobre este tema? Si bien no se trata, por el momento, de pronunciar públicamente la palabra «retirada», Emmanuel Macron es sin embargo muy firme en privado: pondrá fin a la operación Barkhane si la junta maliense no devuelve el poder a los civiles. Por ello, el presidente francés se encargará de que el coronel Goïta organice elecciones democráticas el 27 de febrero. También hablará de las actividades de la empresa paramilitar rusa Wagner en el país.
En las últimas semanas, las sospechas de acercamiento a la junta gobernante se han hecho más fuertes. Se trata de una línea roja que París ha recalcado: no se trata de que los soldados franceses luchen junto a estos mercenarios rusos. Y si se cruzara el punto de no retorno, se podría acelerar la retirada de las tropas francesas.
Un lugar importante para la fuerza europea Takuba
La retirada no se producirá de la noche a la mañana, ya que se necesitarán entre cuatro y seis meses para abandonar Gao, el epicentro de la logística militar en el Sahel. Antes de que eso ocurra, la diplomacia francesa está trabajando para que sus aliados se impliquen más, con la fuerza europea Takuba, compuesta por 900 hombres, entre ellos polacos, checos y estonios. Su mando se unirá a la base de Gao, lo que podría prefigurar la nueva estrategia de Francia en la región.