Desde la irrupción de un hombre armado en el castillo de Windsor el pasado diciembre, el entorno de la reina Isabel II teme por su seguridad. Se ha puesto en marcha una nueva medida para protegerla mejor.
El 25 de diciembre, Isabel II celebró la Navidad con su familia en su casa del castillo de Windsor. Este año, la monarca tuvo que cambiar sus planes para las fiestas. En contra de la tradición, no pudo ir a su finca de Sandringham, en Norfolk, donde acostumbra a pasar la Navidad. Sus médicos preferían que se quedara en Windsor. Pero mientras se despertaba en el castillo, un individuo irrumpió en su propiedad. Según The Sun, un joven de 19 años armado con una ballesta consiguió entrar en la finca real. El individuo afirmó en un vídeo publicado en Snapchat que quería «asesinar a la reina Isabel II». El joven fue detenido por la policía e ingresado en un centro psiquiátrico.
Una zona de exclusión aérea sobre el Castillo de Windsor
Aunque se evitó la tragedia, sigue habiendo preocupación desde el incidente. Para responder a estas preocupaciones y reforzar el sistema de protección en torno a la madre del El Príncipe Carlosuna nueva medida de seguridad se puso en marcha según «El Sol. El Castillo de Windsor estará ahora protegido por una zona de exclusión aérea. «A partir del 27 de enero se prohibirá a las aeronaves y a los drones volar por debajo de los 2.500 pies de altura sobre la residencia», decía el artículo del 8 de enero. Denominada «Reglamento de Restricción de Vuelos de la Orden de Navegación Aérea», la directiva se hizo «en interés público», dijo la Autoridad de Aviación Civil, según el tabloide británico.