El Papa Francisco pidió el viernes a los líderes mundiales reunidos en la COP26, la cumbre climática de la ONU que comienza el domingo en Glasgow (Escocia), que den «respuestas urgentes» y «eficaces a la crisis ecológica». «Los responsables políticos reunidos en la COP26 de Glasgow están llamados a dar urgentemente respuestas eficaces a la actual crisis ecológica y ofrecer así una esperanza real a las generaciones futuras», dijo en un discurso transmitido por la BBC.
COP 26: El Papa insta a aprender de la crisis
A partir del domingo, unos 200 países reunidos durante quince días en la COP26 intentarán ponerse de acuerdo sobre cómo reducir aún más sus emisiones de CO2, con la esperanza de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C en comparación con la era preindustrial. Para muchos, esta cumbre de la ONU es la última oportunidad para conseguirlo.
El Papa advirtió de la «amenaza sin precedentes del cambio climático y la degradación de nuestra casa común». Sin embargo, afirmó que la «sucesión de crisis medioambientales, económicas, humanitarias y sanitarias» que afecta actualmente al planeta puede ser también un momento de «oportunidad» que «no debemos desperdiciar».
«La lección más importante que debemos aprender de estas crisis es nuestra necesidad de construir juntos, para que no haya más fronteras, barreras o muros políticos tras los que podamos escondernos», dijo, criticando el retroceso al «aislacionismo, proteccionismo y explotación». «Nunca salimos de una crisis solos, sin los demás».
Francisco no irá a la COP26
El Papa, de 84 años, no asistirá en persona a las negociaciones de la COP26, pero el cardenal Pietro Parolin, número dos del Vaticano, encabezará la delegación de la Santa Sede.
Sin embargo, Francisco se reunirá el viernes con el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que es católico practicante, y con el Presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, al margen del G20, antes de un primer tête-à-tête al día siguiente con el Presidente indio, Narendra Modi.
A principios de este mes, el Papa se unió a casi 40 líderes religiosos para pedir a los líderes gubernamentales en la COP26 que tomen «medidas urgentes, radicales y responsables» para reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.